conflicto psíquico o emocional que haya provocado
su ansiedad y el apetito constante, depende mucho
de cómo combine los alimentos. Y, desde luego,
para adelgazar es absolutamente imprescindible
hacerlo bien.
Veamos cómo.
Prácticamente todos los alimentos contienen la
mayoría de los nutrientes: proteínas, lípidos o
grasas, glúcidos o azúcares, fibra, vitaminas,
minerales y agua. Pero no es menos cierto que
unos alimentos contienen mayor proporción de
grasas o azúcares que otros.
Y si nos centramos en estos dos nutrientes -lípidos
o grasas y glúcidos o azúcares- es porque
precisamente de ellos depende casi en exclusiva
que se engorde o no.
Pues bien, estas son las cuestiones que debe memorizar para toda su vida:
1) Los alimentos que contienen en sí mismos un
alto porcentaje tanto de lípidos (grasas) como de
glúcidos (azúcares) -los llamados lípido-glucídicosengordan.
Salvo que se coman en muy pequeña
cantidad o se elimine esa energía con ejercicio
físico intenso. Por eso en la fase de
adelgazamiento -y sólo durante la misma- deben
ser completamente suprimidos. (Vea el recuadro
para identificarlos)
2) Los glúcidos de asimilación rápida, salvo que se
tomen solos y en pequeña cantidad, engordan. Y
engordan mucho más si se toman con lípidos
(grasas). También deben ser excluidos durante la
fase de adelgazamiento.
3) Los glúcidos de asimilación lenta -básicamente
las frutas y las verduras- pueden ser ingeridos. Pero
la fruta sólo en ayunas, ya que combinada con
lípidos (grasas) también engorda. Puede tomarse la
cantidad que se quiera, acompañándola de café
descafeinado, té o cualquier infusión autorizada. Y
con nada más. Una vez ingerido cualquier otro
alimento no podrá volver a comer fruta hasta el día
siguiente.
En suma, comer el mismo día lípidos (grasas) y
glúcidos o alimentos lípido-glucídicos, engorda. O
lo que es lo mismo: los lípidos o grasas sólo
pueden comerse en el mismo día acompañadas de
las verduras y hortalizas autorizadas. Y con nada
más.

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